En el articulo de hoy no te daré trucos ni manuales. Sólo quiero reflexionar sobre la experiencia propia y cercana del miedo, y del miedo en los negocios. Tal vez el hablar, sin más, sobre este odiado fantasma, nos ayude a superarlo.
“El miedo al qué dirán es la dinámica más paralizante en los negocios y en la vida. Nunca serás dueño del futuro si te preocupa lo que otros piensen”. Cindy Gallop
¿Qué hace a este sentimiento humano tan fuerte? ¿Por qué estamos tan preocupados por vencerlo? ¿Por qué nos acompaña desde la cuna?
¿Por qué tenemos miedo a tener miedo?
Pues no lo sé.
En épocas en las que lo he sentido y he querido superarlo, he leído algunos tratados sobre el miedo, he comprado libros de auto ayuda, he visitado a mi psicóloga, he tenido terapia con amigos y un buen café. En fin, he tratado de enfrentarlo y vencer.
Sin embargo, el miedo vuelve a surgir y ataca. Y me atrevo a decir que esa es la experiencia de todos los seres humanos de todos los tiempos y de todos los lugares. ¿Propio de nuestra condición de criaturas frente a lo infinito? ¿Resultado de nuestra formación? ¿Deficiencias de una cultura determinada?
¡Qué se yo!
Hoy te hablaré desde mi experiencia. La propia y la que veo en las personas que se acercan a mis servicios. ¡Cuánto miedo y cuánto miedo en los negocios! Hoy no te voy a dar recetas, trucos, esquemas ni check-list. Sólo pretendo reflexionar brevemente, para que veas que todos estamos hechos de la misma madera, y compartimos:
1. Miedo al fracaso
Yo diría que este miedo es mi favorito. Siempre y cuando no sea hijo de la soberbia.
Me gusta cuando es resultado del temor a fallar a alguien, que ha creído en nosotros o nos importa; de poner en riesgo a nuestra familia; de perder los ahorros o esfuerzos de un período o de la vida.
Lo veo como un miedo amigo, porque nos ayuda a poner los pies en la tierra. Nos permite colocar las caídas como una opción más del camino, decisión o proyecto que estamos tomando.
Bien utilizado, nos invita a cuantificar o cualificar lo que perderíamos con un revés. Nos da la tranquilidad de que no sacrificaremos más allá de aquello que estaba en el plan.
2. Miedo a lo desconocido
Mis hijos tienen miedo a los lobos. Nunca han visto un lobo. Nunca han tocado ni olido ni escuchado el aullido de un lobo. Sólo saben de ellos por el cuento de los Tres Chanchitos (Cerditos).
Y en la vida, ¡cuántos lobos se acercan a nuestras vidas! Nunca los veremos, nunca los encontraremos, nunca los tocaremos. Y finalmente serán vencidos por un cerdito que supo trabajar bien, construir con inteligencia y actuar.
Si este ejemplo que queda lejano, te recomiendo leer el cuento 😉 Además de divertido, encierra gran sabiduría.
3. Miedo al qué dirán
Este es el peor bicho. El más destructivo y engañoso.
Demuestra lo importante que es la dimensión social del ser humano. La necesidad de ser aprobados y por lo tanto, de que nuestras obras sean aceptadas.
Este miedo es muy bien manejado por muchos políticos, artistas o empresarios, por ejemplo, que sabiamente usan las encuestas o datos estadísticos para hablar, decir y actuar con el fin de obtener los mejores beneficios electorales o económicos.
Mal usado puede llegar a sofocar ideales o proyectos. Puede convertirse en carcoma de nuestros sueños.
Lo odiamos y tratamos de pasar de él. Queremos creer que no existe y que no nos afecta. Nos mostramos a los demás como inmunes a él. Es que nos recuerda el amargo sentimiento que provoca la crítica o desaprobación. Y curiosamente, nunca nos deja.
El miedo, probablemente apareció en el hombre primitivo como un elemento de defensa, de supervivencia frente a un mundo indómito y voraz. Hoy, ya no son enemigos del hombre los animales salvajes ni la noche temible. Sin embargo, ese sentimiento sigue acompañándonos, para bien o para mal. ¿Qué hacer? Habla de tus miedos, digo yo. ¡Gran terapia de humildad y de valentía!
¿Has sentido miedo en los negocios? ¿Tus miedos no te dejan avanzar con tus proyectos? ¿Frenan tus sueños? Escríbeme y veamos cómo trabajar en tu proyecto, sin hacerles caso.
¿Te fue útil el artículo? ¡Me encantaría contar con tu opinión! No olvides dejar tu comentario más abajo.
Si te gustó compártelo con tus amigos aquí: