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¡No crecen mis ventas! Odio mi sitio web y a quien lo hizo.

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¿Te sientes contento con el rendimiento de tu sitio web o estás pensando en tirarlo a la basura -junto con su diseñador- porque no te trae clientes? Antes de tomar una decisión de ese nivel quiero invitarte a reflexionar un poco más.

 

Hoy en día es muy difícil mantener un negocio rentable sin presencia en el internet. Ya lo decía Bill Gates: “Si tu negocio no está en internet, tu negocio no existe”. El otro lado de la moneda es que los emprendedores no somos especialistas en diseño de sitios web, publicidad online, posicionamiento web, SEO, Google Adwords, embudos de venta en internet, páginas de captura, etc, etc. Y no deberíamos serlo, a menos que tu negocio esté directamente relacionado con esa tecnología. Pero como cabeza de nuestros negocios debemos manejar ciertos criterios estratégicos al respecto.

 

¿Para qué quieres tu página web?

 

Vamos a ver, en el momento en que decidiste embarcarte en el proyecto de tu sitio web, ¿qué tenías en mente?

 

Se me ocurren cuatro posibles respuestas:

 

  • Todo el mundo lo tiene, yo también debería o parecerá un negocio de pocos centavos. Voy a contratar al amigo de mi amigo.
  • Quiero más clientes…pero yo mismo la haré. Amo el DIY y ¿para qué voy a pagar a alguien si me puede salir gratis?
  • Si tengo una página web me lloverán clientes. Debe ser bonita, impactante y no tan cara. Voy a pedirle a mi proveedor de sistemas que desarrolle mi sitio web en dos semanas como máximo.
  • Será una herramienta para mi estrategia de ventas. Por lo tanto, debo considerar la inversión y la rentabilidad que me traerá. Acudiré a un experto probado que además de hacer el sitio web, consistente con mi marca, me ayude a cuantificar el proyecto y me diga cómo sacar un retorno a esa inversión. Finalmente, voy a establecer índices que me permitan evaluar mensualmente el desempeño de este instrumento.

 

Si escogiste la número 4, deja de leer este artículo y tómate una copa de vino. Si no es tu caso: ¡bienvenido al mundo real de los emprendedores!

 

Cuando empecé mi primer emprendimiento me parecía obvio tener un sitio web por el motivo número 1. Sólo dos años después empecé a plantearme sobre el potencial de esa herramienta para hacer crecer mi negocio, y sobre su beneficio para mis utilidades. Hoy puedo decir que he descubierto algunas duras realidades:

 

  1. La pinta es lo de menos. Si bien un sitio web debe ser atractivo, prolijo y profesional, su éxito no depende en absoluto de eso. Así de claro: el aspecto de tu página web te traerá CERO ventas si no va acompañado de otros elementos de mercadeo de internet.

 

  1. Cada día llegan al internet más de 30.000 sitios nuevos. ¿Por qué alguien debería mirar el tuyo? Así de duro.

 

  1. Tienes siete segundos de vida en internet. Los expertos estiman que tienes siete segundos, ni uno más, para atraer la atención de alguien que ha entrado a tu página web. ¿Cómo harás para capturarlo en ese tiempo?

 

  1. El 99% te olvidará. Otro dato de los expertos: sólo el 1% de los visitantes de tu página volverá. ¿Qué harás para que regresen?

 

  1. If you want to play, you’ll have to pay. Dicho más claro: si quieres jugar, deberás pagar. O ¿cómo crees que Google, Twitter o Facebook se han convertido en empresas multimillonarias? La realidad es que se debe invertir en publicidad online para conseguir ventas a través de nuestro sitio web.

 

Pues antes de lanzar al tacho tu sitio (y a su diseñador), reflexiona sobre el papel que le quieres dar en tu negocio. Si te interesa como elemento de branding, que es legítimo, podría resultarte muy caro, a menos que seas Coca Cola. Si quieres que sea una herramienta de ventas, debes investigar más sobre las estrategias de mercadeo que deben acompañarlo, o acudir a los expertos, que siempre te resultarán más baratos que DIY.

 

Si estás atrapado con tu sitio web, escríbeme y con gusto resolveré tus dudas.

 

Image courtesy of Jeroen van Oostrom at FreeDigitalPhotos

Acerca del autor de esta entrada,

Paola Durán

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